sábado, 14 de septiembre de 2013

Promesas Rotas. Autora: Chris Axcan.

Sinospis y portada extraídas de Amazon.com


Hay un dicho que dice:" donde hubo fuego, cenizas quedan". Pues yo creo que en mi caso es donde hubo amor, dolor y engaño, solo puede quedar odio. Si, porque lo odiaba con todas mis fuerzas y eso no cambiaria jamás. Mi pesadilla, había vuelto a mi vida, y de que manera. Una orden directa del mismísimo presidente de los Estados Unidos me obligaba a coexistir las veinticuatro horas del día con él, y muy de cerca. Mi nombre es Isabella Farrell, soy agente federal. Mi misión es "proteger al hombre que más odio". Difícil, ¿verdad? Todo empezó años atrás…






La cosa formal.

Hola, buen sábado, acá en Concepción, muy muy lejano, ya está todo mundo alborotado preparándose para el 18 de septiembre, nuestras fiestas patrias...días de descanso y diversión total, a raíz de la celebración de la Primera Junta de Gobierno, que fue realizada en 1810, nuestra independencia se firmó unos meses después. Bueno, te cuento que el día jueves en la tarde noche, comencé la lectura de una novela que me andaba dando vuelta hace rato...en verdad, lo que ocurrió fue que  terminé de leer El cuarto arcano 2 de la Bonelli y me dije: basta ya¡ me tengo que desbonellizar un rato ajajaj, así que la elegida fue esta autora que reside en Játiva, España ( no sé si es española, sólo sé que radica en ese lugar);  que lanzó su opera prima, Promesas Rotas, el 20 de julio de este año a través de Amazon. Está disponible en formato digital y en papel, en donde  posee unas 570 páginas. Me parece que hoy, 14 de septiembre, hace la presentación oficial de su novela, así que todo el fua ( la fuerza) para ella.
Promesas rotas, está escrita de manera muy particular, utiliza el diario de vida de su protagonista Isabella ( tal como figura en la portada), para ir hilando los acontecimientos que van sucediendo, hecho que te ubica temporalmente en la trama, y además, va agregando la visión de Isabella sobre los hechos, y en algunas ocasiones, el relato cae en manos de Mark ( que es el protagonista), y de su hermano Brian. De este modo, se configura un estilo narrativo bastante particular y arriesgado, que hace que establezcas una especie de conversación con el narrador, como si estuvieras escuchando la declaración de alguien sobre algún suceso.
En relación a la prosa, creo que al principio, al menos durante las primeras 30 páginas, faltó un mejor remate de frases, creo  ( en mi humilde opinión), que se les daba un final algo abrupto, hecho que se fue corrigiendo a medida que la narración fue avanzando, en donde se percibe que de alguna forma, a la autora se le soltó la pluma, y logró hacer el relato fluido. 
Como toda novela autopublicada, posee errores de tipeo y ortográficos, propios de, insisto, generar un documento de muchísimas páginas por ti mismo, en donde el autor o autora debe, además de crear, corregir su propio escrito;  tarea que es bastante aburrida , y que solamente disfrutamos compulsivos por el orden, como yo y la gente que se dedica profesionalmente a ello; es evidente que algún detalle se va a pasar, por más que uno ponga todos sus esfuerzos, lo importante, tal como lo he dicho en muchas otras reseñas de novelas autopublicadas, es que exista una buena trama, lo otro, se corrige o se va aprendiendo.

El argumento.

A Isabella Farrell, la vida no el ha tocado fácil. Sus padres murieron en un accidente de tránsito cuando era muy pequeña, tuvo que vivir en un orfanato unos meses, y afortunadamente, fue adoptada por una pareja amiga de sus padres. La narración comienza con una declaración de odio por parte de la agente federal Farrell hacia un hombre, Mark Hamilton. Qué miedo que alguien así te odie...
Desde ese punto nos vamos hacia atrás, hacia la niñez de Isabella con el traumático hecho que marcó su vida, su relación con los Hamilton y con Mark, su héroe, lo que nos lleva a descubrir la primera instancia de odio de la joven hacia su hermano "postizo". 
La narración avanza y nos muestra una protagonista absolutamente dañada, incapaz de afrontar problemas, e incapaz de escuchar alguna explicación, altamente extrema en sus reacciones y muy precipitada en sus decisiones. Isabella merece, al menos, un examen psicológico, porque está mal, o sea, no le faltan motivos para tener un actuar como el que presenta, pero de que necesita ayuda, la necesita. Isabella actúa en la vida como una kamikaze.
Por otro lado, Mark, es un ser de luz muy centrado, cantante y pianista famoso, equilibrado, que adora a Isabella, pero las circunstancias, y ella misma, lo hacen alejarse. Como pareja, viven una situación tremendamente traumática, que termina por desestabilizar la poca estabilidad de Bella y los lanza al abismo emocional. Mentiras, malas intenciones, crímenes y engaños, logran separarlos por años, hasta llegar al presente, en donde la agente Farrell debe proteger a Mark de una amenaza de muerte.
Una historia llena de sobresaltos, crímenes y malos entendidos, nos permite acompañar a Isabella y Mark, en su difícil trance por la vida.

Mis emociones.

Por primera vez, en mucho tiempo, me encuentro con una historia en donde se presenta una protagonista tan dañada y traumada como lo está Isabella. No hay que ser psicólogo para darse cuenta que esa chica necesita terapia, urgentemente. 
Cuando empecé a leer, me pregunté, qué cosa le habrá hecho ese hombre a Isabella como para que sea "el que más odia en todo el mundo", pero resulta que a medida que avanzaron las páginas, llegué a la conclusión que el pobre Mark, no le hizo nada, y que ella, con su mente de alcantarilla distorsionada, ensució toda su relación. Qué rabia que me dio Isabella, cómo no preguntar, cómo no afrontar las situaciones. La primera crisis, se la compro, la entiendo, era muy joven, y una cuando es joven tiende a ser más absoluta con respecto a los juicios que realiza...pero ya pasados los 20...hay que utilizar más la corteza prefrontal antes de hablar pues niña...más cuando uno tiene un compromiso serio. Las decisiones de Isabella, dañaron su entorno como un tifón, como una bomba atómica altamente expansiva, pagaron justos por pecadores...todo porque ella nunca tuvo la madurez suficiente para enfrentarlos. Lamentablemente, Isabella no es culpable de la situación, es responsable de ella, porque es imposible otorgar culpabilidad por acciones que en el fondo, son las que a ella le salen...porque no sabe actuar de otra manera.
Promesas rotas hay por todos lados, todos hemos sido víctimas de ellas, todos hemos hechos promesas y las hemos quebrado. En Promesas Rotas, todo se origina por una promesa supuestamente rota, que nunca lo fue, y que finalmente es lo único que se mantiene constante, porque proviene del gran pilar dramático de la trama, Mark, el personaje constante, el que logra equilibrar.

Lo interesante de todo este dramón, es que la autora le otorga a Isabella la justa dosis de víctima, sí, vivió una situación muy terrible, pero debe superarla. Sí, está marcada profundamente, pero tiene que superar sus traumas, porque de lo contrario, la vida que le espera, no es vida, no es más que hacer uso de tus funciones vitales, como una plantita; y es lo que acepta la propia protagonista al final, el deber de sanarse, en primer lugar por ella, y en segundo lugar, por sus seres queridos.

Debo decir, que existe una situación en la novela, que involucra a Brian , Isabella y Kira, que me sacó lágrimas de risa, me apretaba la guata ( estómago) riéndome, ha de ser lo más gracioso que he leído en mucho tiempo, me acuerdo y me hace reír.

Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Manzana confitada.




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