domingo, 14 de julio de 2013

Una noche con ella. Autora: Anabella Franco.


Helena es el deseo de muchos, pero no puede desear ni sentir. El pasado ensombrece su alma: si hay una vida feliz parece solo reservada a los demás. Solo un ángel negro, un alma oscura como la suya, podrá adentrarse en su conciencia y despertar en ella sus fantasías más ocultas.

Mariano, un hombre solitario y sin afectos, encuentra en Helena a su reflejo. Y lo que comenzó como un juego de seducción y negocios, les planteará un desafío: ¿podrán dominar los sentimientos o terminarán por quebrar las reglas? ¿Aprenderá Helena que existe el placer y Mariano, que no es tarde para amar? Anabella Franco, autora de Nada más que una noche, nos abre una puerta en esta vibrante novela erótica a la intimidad de conocidos y nuevos personajes. Como en una inmensa marea, los lectores —igual que los personajes de esta novela— se dejarán llevar en un viaje de luz y oscuridad, de deseo y pasión.
La cosa formal.

Una noche con ella, la esperada "continuación" de Nada más que una noche, fue publicada el pasado 1 de junio, posee 320 páginas y está calificada como narrativa erótica-romántica. Escribí continuación entre comillas, porque Una noche con ella nos viene hablar de la vida de Helena López, la hermana pequeña de Lavinia, sin embargo, el matrimonio Hagen Dickinson continúa apareciendo a lo largo del relato, y es obvio, porque son familia. La novela mantiene un estilo fiel a su predecesora, pero este relato,indudablemente posee un mayor voltaje erótico condicionado por la naturaleza de sus protagonistas, y a su vez; una carga dramática más oscura, más color hormiga. Narrador omnisciente, lenguaje impecable. 
Su banda sonora, entre los que puedes contar clásicos de Soda Stereo, Marilyn Manson, Nirvana y Depeche Mode condicionan el ambiente general de la narración y me pusieron más reflexiva, con un insight mayor.

El argumento.

Si leíste Nada más que una noche, ya debes conocer a Helena, la hermana menor de Lavinia. Si no la conoces, te cuento que es una chica muy joven, de unos 22 años, que se dedica a la prostitución desde hace varios.
La novela comienza con páginas del diario de Helena, su primer escrito, el año 2001 cuando era una niñita de 11 años. Pero resulta que a su corta edad, Helena ya tiene que enfrentarse a los flagelos más turbios de la sociedad, la droga, el abuso, la negligencia de los adultos; por medio de las primeras páginas, tú le das una vuelta de tuerca al carácter y al estilo de vida de Helena. O sea, en Nada más que una noche, te quedaba claro que su vida era súper dura, pero además, incomprensiblemente se portaba mal con Lavinia, era grosera, estaba resentida, y como que a mí me costaba entender por qué razón se comportaba así. Pensé que su prostitución había sido una salida para conseguir dinero y buscar una vida mejor, y así lo era en parte, pero su motivación principal fue otra, mucho más dolorosa y bastante más cruda.
El matrimonio de Lavinia mejoró bastante la situación de su familia, ya no viven con el maldito de Josué en el antro de la perdición en el que se encontraban, ahora viven en un departamento decente en un barrio seguro.
Con 22 y fracción, a Helena ya le ha pasado de todo en la calle y decide apuntarse en una agencia de scort de alto nivel, ahora para "prostituirse" de manera "segura" con millonarios. Helena tiene una autoestima de -8000, y piensa que no sirve para nada, no siente nada más que asco cuando un hombre le pone una mano encima y se siente absolutamente limitada para amar. Su primer cliente la espera en una exclusiva fiesta, ese hombre es Mariano Rizzi, quien cambiará por siempre la vida de Helena, en todos los sentidos.
Mariano es el alma gemela de Helena, es un ser tan oscuro y dañado como ella. Emocionalmente devastado, muerto en vida y viviendo siempre en el pasado atormentándose por la pérdida de su querido hermano mayor, por haber sido tan rebelde, por haber asesinado indirectamente a su familia. 
Mariano reconoce en  los ojos de Helena su propio sufrimiento, son verdaderos espejos, no se pueden engañar, no pueden fingir entre ellos mismos, porque realmente pareciera que se leyeran la mente. Mariano se propondrá salvar a Helena, mientras él mismo se quiere extinguir, porque siente que no merece estar vivo, porque cree a pies juntos que está ocupando un lugar y viviendo una vida que no le corresponde. Mariano está enfermo y sufre crisis de abstinencia.
Si te parece que lo que te he contado hasta ahora es heavy, te diré que es solamente una porción del tema, o sea hay cosas mucho peores, hay traiciones, hay crimen, hay situaciones verdaderamente complejas, que a las 2 am de hoy, me dejaron diciendo: te pasaste¡
Un drama que dejó satisfecha a mi mente enferma criada con novelas mexicanas, definitivamente.

Mis emociones.

Me pasa algo muy raro con los relatos de Anabella Franco; me da la impresión que estuviera hablando como con un detective privado, que ha seguido en las tinieblas pacientemente a los protagonistas, acechándolos incansablemente hasta armar hilo a hilo la historia. Leyendo Una noche con ella me sentí envuelta en una neblina densa, e hice lo que un conductor que no sabe hace, prendí las luces de mi mente al máximo, con lo que conseguí sólo que se reflejara más neblina. Para leer Una noche con ella, tienes que dejas que la autora te lleve, casi de la manito, por el camino de la trama, no te puedes adelantar, no te puedes poner a suponer o a divagar o a imaginarte cosas porque en realidad, solamente entorpecerás el proceso, tienes que dejarte guiar y jugar.
Me parece que los personajes de Octavio ( el padre de Nick) y Cristina ( la madre de las chicas), tomaron un carácter bastante especial, y paradójicamente, después que les tuve tanto odio en Nada más que una noche, ahora hasta les tomé un poco de aprecio y confieso que me gustaría saber más de ellos, especialmente de Cristina, que es una mujer aún joven , que tiene toda la vida por delante y que no tiene por qué quedarse sola forever.
Feliz, por cierto, la acabo de terminar de leer.

¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Galletones de avena con chips de chocolate¡.

Aquí te dejo mi tema preferido de la novela, en versión sinfónica, el gran Gustavo, cantando Corazón Delator.





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