Una novela profunda y sugerente, llena de intriga, seducción y perdón. Tan enigmática como la identidad de su autor… El misterioso y atractivo profesor Gabriel Emerson, reconocido especialista en Dante, es un hombre torturado por su pasado y orgulloso del prestigio que ha conseguido, aunque también es consciente de que es un imán para el pecado y, especialmente, para la lujuria. Cuando la virtuosa Julia Mitchell se matricula en el máster que Gabriel imparte en la Universidad de Toronto, la vida de éste cambia irrevocablemente. La relación que mantiene con su nueva alumna lo obligará a enfrentarse a sus demonios personales y lo conducirá a una fascinante exploración del sexo, el amor y la redención. Con ingenio y sarcasmo, el autor cuenta la odisea de Gabriel a través de su particular infierno de tentación y amor prohibido.
Deliberadamente, me he demorado mucho tiempo en escribir esta reseña, debido a que se trata de mis libros preferidos , y por ende, el nivel de subjetividad es exponencialmente mayor. De todas maneras, lo debo hacer y me siento privilegiada por el hecho de poder expresar públicamente mi visión sobre esta trilogía.
Hace unos meses, cuando aún era verano acá en Chile, navegando por la web ví esta portada y llamó poderosamente mi atención. Esa manzana dorada con el fondo en llamas...me pareció irreverente, como una especie de antítesis. Me decidí, y comencé a leerla.
Me encontré con 624 páginas, escritas por un autor canadiense desconocido hasta ese momento para mí, y está calificada como una novela narrativa erótica, sin embargo; no me parece que la calificación sea la adecuada, pienso que es más bien narrativa romántica, porque el autor lo que plantea es precisamente éso, romance.
El infierno de Gabriel, está tan bien escrito, sus diálogos son hermosos, su backstage histórico, esa mezcla con Dante, el tributo a La Divina Comedia...es sublime. El infierno de Gabriel es uno entre millones, es una pieza literaria exquisita.
El argumento.
Julia es una joven norteamericana estudiante de literatura de 23 años, que presenta una inclinación soberbia hacia Dante. Con muchísimo esfuerzo, consigue trasladarse a la Universidad de Toronto, en donde toma una clase con uno de los pocos especialistas en Dante, el profesor Gabriel Emerson, conocido como "El profesor". En Toronto, la vida de Julia no es fácil, vive en un departamento minúsculo que mantiene siempre limpio y ordenado, se alimenta cuándo y cómo puede, la verdad es que Julia no tiene más recursos que su inteligencia y su bondad.
El profesor es un hombre de 33 años, muy inteligente, muy guapo y con bastante dinero, pero ésa es solamente su fachada, Gabriel es una persona profundamente sola, profundamente dañada, profundamente atormentada. Su mente y su alma están plagadas de demonios que no lo dejan respirar, que no lo dejan vivir.
Pero el destino o los dioses, hacen que a Gabriel se le presenta su bendición, como lo fue Beatriz para Dante, la pregunta es: Será capaz de Gabriel de reconocerla? Podrá su bendición rescatarlo de su infierno?
El infierno de Gabriel te atrapa como un black hole.
Mis emociones.
Creo que ya te diste cuenta que amo esta novela, y la amo porque posee tal calidad, que es imposible no hacerlo. Los personajes, tanto principales como secundarios, se encuentran bellamente descritos, cada uno de ellos es el ícono de una estructura de personalidad. Julia es una persona tan virtuosa, Gabriel es un ángel caído tan perdido, Paul es un tan amigo fiel y Christa es una víbora tan infame...
Mientras leía, y aparecían sonetos de Dante, me iba sumergiendo cada vez más en la trama; los secretos de Gabriel me conmocionaron y la paciencia de Julia, es digna de Ripley. Hay momentos en el relato que son tremendos, terminé llorando con el trato de El profesor hacia la pobre Julia y con otras escenas aún más dramáticas y algo violentas.
Exquisito, sublime.
¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?
Alfajores.
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