viernes, 12 de julio de 2013

Acero y Miel. Autora: Ana R. Vivo.

Karen Preston se ve obligada a viajar a Funchal, Madeira, para tratar de convencer al despiadado J. W. Bernades de que ella y su hermano, Robert, son buena gente. Sin embargo, nada más llegar a la isla, Karen sentirá que los problemas crecen en proporción a sus miedos y fobias. El susodicho no aparece, todo el mundo se pone en su contra y, por si fuera poco, conoce a un atractivo isleño que la seduce nada más aterrizar en la capital provocando que olvide a menudo el motivo de su visita, y haciéndola vivir situaciones de los más descabelladas en su, hasta ahora, ordenada y pulcra vida.
Poco a poco, Karen, se verá involucrada en la vida de los Bernades y su propio pasado le pasará cuenta, obligándola a tomar decisiones muy drásticas.
¿Conseguirá Karen su propósito? ¿O se verá envuelta sin remedio, en los líos que le depara esta increíble isla del atlántico?


La cosa formal.

Acero y miel es la primera novela que leo de esta autora española, fue publicada hace un año, se encuentra disponible en formato digital y en papel, acá en Concepción no la he visto en ninguna librería eso sí. Tiene 244 páginas y está calificada como narrativa contemporánea. 
Pienso que es un relato fresco, amigable, escrito de manera sencilla, sin mucho adorno, pero muchas veces, como ya te lo he dicho antes, las cosas sencillas resultan en extremo agradables. Lenguaje impecable, diálogos amenos y narrador omnisciente. 

El argumento.

Karen es una joven inglesa de 29 años, que jamás ha tenido un amante y que se dedica casi en exclusiva a su trabajo. Y es que la vida de Karen no ha sido fácil, ha tenido que cargar con su hermano menor Robert, por quien, y gracias a las circunstancias de la vida, debió asumir muy tempranamente un rol de madre. Karen no tiene tiempo para novios ni para fiestas, y a pesar que su hermano ya es bastante adulto, ella continúa preocupándose por él y tratando de solucionarle los dramas ( complejo de hermana mayor que yo conozco muy bien). Un drama de Robert, con su novia Marina, lleva a Karen a una situación muy ingrata, ya que presionada por ambos, deberá viajar a una isla, para enfrentarse al maligno hermano mayor de Marina, y convencerlo de que Robert tiene buenas intenciones hacia ella.
J.W. Bernades, alias Joäo; es un millonario con la historia muy clara con respecto a Karen, cree que es una ambiciosa y mentirosa, dispuesta a todo por dinero. Tan clara tiene su visión de ella, que la manda a vigilar a Londres, manipula la situación para subirse al mismo vuelo que ella en dirección a la isla, y se presenta ante ella simplemente como Joäo, y la buena de Karen no sospecha ni un poco que semejante especimen guapo  que tiene sentado a su lado, es el hermano mayor de Marina, a quien debe convencer, y que sin saberlo, la está manipulando y engañando todo el tiempo.
Joäo hace tonta a Karen, la deja en ridículo, la hace pasar malos ratos, la seduce y le revela su identidad tardíamente, sin embargo; para quien realmente ya es demasiado tarde, es para el propio señor Bernades, que cayó en las redes de una niña de miel, que con su verdad viene a fundir todos sus metálicos prejuicios.
Secretos, acción, amor y lealtad se mezclan en esta simpática historia con aires estivales.

Mis emociones.

Leer Acero y Miel fue una experiencia dulce, agradable, simpática. Siento que la novela en sí, es amistosa, dan ganas de sentarte con tu ebook, y a través de la ventana que te deja abierta la autora, observar lo que ocurre con los personajes de la historia, que producen empatía y simpatía.
Al principio, el personaje de Joäo es detestable, qué hombre más insufrible, pero cuando lo conoces, terminas por tomarle cariño. Me parece que la protagonista, Karen, representa a un tipo de mujer que lamentablemente se encuentra en extinción, esa mujer que es capaz de sacrificar su felicidad y sus propios intereses en función de un ser querido, ésa que dice: yo me conformo con ser feliz, viéndote feliz a tí. El paso de las décadas y el nuevo rol de la mujer nos ha hecho un poco más egoístas, en sociedades como la mía, aún las mujeres ganan menos en su puesto laboral en relación a un hombre que ocupa el mismo cargo...para salir adelante, en general, hay que volverse cabrona, de lo contrario el sistema te come.
Acero y miel refresca tardes de verano, y entibia inviernos glaciares, lo que me hace desear leer más sobre esta autora.

¿Qué me dieron ganas de comer mientras leía?

Palmeritas, que son unos dulces con forma redonda o de corazón, que están cubiertos a veces con miel, y otras veces con mermelada.



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